lunes, 15 de diciembre de 2014

Un par de poemas

Ayer, por primera vez, recité varios de mis poemas a un público en gran parte desconocido. Qué mejor que hacerlo junto a un grande como Antonio Santisteban (pulsa aquí y pierde tu corazón), que también se sirvió solo de su repertorio. Os dejo con un par de poemas por los que varios de los asistentes al evento me preguntaron a posteriori: 

Puntos suspensivos: (porque un punto y final es demasiado cruel)

Te voy a regalar tres puntos suspensivos,
Para que metas dentro lo que no cabe en las letras.
Yo ahí guardo los suspiros y las desavenencias,
Las faltas de paciencia y algún que otro latido.

Tres puntos suspensivos por lo que no creo que sea,
Por el amor melopea  que nos hace salir del nido.
Por una historia inconclusa, por lo que podría haber sido,
Porque decir que acabó es un sadismo infinito.

Por ti uno y por mi otro, y otro por lo que está en medio,
Pues ¿cómo hablar de final? Si no conocemos el tedio
Si doy un paso y das un paso, dos puntitos van cayendo.
Y queda uno, y de nosotros depende seguir escribiendo.



Tú y yo, o yo y tú: (Para todas las mujeres que hacen que el mundo gire) 

Tu eres poesía, yo ciencia,
Yo un boli, tú una libreta,
Tú, la salida secreta
Del laberinto de Creta,
Yo ese minotauro insomne,
Que en vano persigue hilos.
Tú una pérfida sirena
En las entrañas del Nautilus.

Yo whiskey solo, tú vino,
Tú ese beso repentino,
Yo un abrazo en pleno invierno,
Tú, una sábana de lino.

Tú sandalias y yo botas,
Tú un pentagrama y yo, un notas,
Tú un ave que vuela libre,
Yo una cerradura rota.

Yo un polvo duro y a pelo,
Tú una caricia precisa,
Yo lo que digo, va a misa,
Tú eres una atea en el cielo,

Yo, un dromedario cansado,
Tú, una duna que se mueve,
Yo, tormenta de agua y nieve,
Tú, un verano soleado.

Yo, un gol de libre directo,
Tú, una volea acrobática,
Tú una excepción en gramática,
Yo, las erratas de un texto.

Yo soy un número primo,
Incógnita irresoluble,
Tú eres puro amor voluble,
El mundo interior de un mimo.

Tú y yo. Yo y tú.
Poemas. Miradas esquivas.
Bailando y siempre de paso.
Qué decirte. Es la vida.

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