miércoles, 17 de diciembre de 2014

"Guapa"

Recibí el texto que a continuación reproduzco por parte de una persona muy especial y bueno, me dejó sin palabras. Tanto fue así que, pese a no contar con su permiso explícito, lo comparto con vosotros.



“Julio Romero de Torres pintó a la mujer morena
Con los ojos de misterio y el alma llena de pena”

   “Guapa”, escribiste.

 “Guapa”. ¿Qué he de contestar? Cuando era pequeña siempre daba las gracias ante cualquier piropo, la gente se sonreía y decía que no debía hacerlo. Puede que esta vez simplemente acepte que me digas guapa ¿Mas qué significa para ti ser guapa? ¿Pudiera ser guapa cual princesa griega? ¿O guapa cual diosa romana?... me hace reír. Realmente sé que no se trata de una mera descripción física.  Y si lo fuera, qué decir, me sorprendería. Guapas son las mujeres que me rodean, andaluzas morenas de cuerpos curvilíneos, largas melenas y ojos dulzones ¡Viva mi lado lésbico! Cómo negar que veo belleza en todas las mujeres y atractivo en una porción no desdeñables de ellas.

 Andaluzas
                Morenas
                            … Morenas, como las mujeres de Julio Romero de Torres, mitad humanas mitad seres mitológicos, lanzando su mirada desde aquel lugar oscuro del alma donde nadan sus secretos. 

  Y yo aquí ¿Y yo, aquí, soy guapa?

  Entonces vuelvo mi mirada a la Dama de Mata. No nos engañemos, el cuadro se debió hacer por encargo, pero ¡cuán dulce es descubrir a la excepción que confirma la regla! La Dama de Mata, antítesis de la mujer gitana, aparece descrita por finas pinceladas que descubren un fino cuerpo cubierto por finos brocados y coronado por finos cabellos rubios que forman una corta melena rizada. Difícilmente la rosa que aparece junto a la mano de la joven es más delicada y voluble que ella. Y sin embargo, igual que al resto de sus damas, Julio la dotó de orgullo y dureza en su mirada azul.


  Y ahora vuelvo a mi mirada, y mi mirada vuelve a ti. Les dedicaste tu poema a las mujeres que hacen que el mundo gire. Se me ocurre que tal vez esas mujeres sean también la excepción que confirma la regla.




lunes, 15 de diciembre de 2014

Un par de poemas

Ayer, por primera vez, recité varios de mis poemas a un público en gran parte desconocido. Qué mejor que hacerlo junto a un grande como Antonio Santisteban (pulsa aquí y pierde tu corazón), que también se sirvió solo de su repertorio. Os dejo con un par de poemas por los que varios de los asistentes al evento me preguntaron a posteriori: 

Puntos suspensivos: (porque un punto y final es demasiado cruel)

Te voy a regalar tres puntos suspensivos,
Para que metas dentro lo que no cabe en las letras.
Yo ahí guardo los suspiros y las desavenencias,
Las faltas de paciencia y algún que otro latido.

Tres puntos suspensivos por lo que no creo que sea,
Por el amor melopea  que nos hace salir del nido.
Por una historia inconclusa, por lo que podría haber sido,
Porque decir que acabó es un sadismo infinito.

Por ti uno y por mi otro, y otro por lo que está en medio,
Pues ¿cómo hablar de final? Si no conocemos el tedio
Si doy un paso y das un paso, dos puntitos van cayendo.
Y queda uno, y de nosotros depende seguir escribiendo.



Tú y yo, o yo y tú: (Para todas las mujeres que hacen que el mundo gire) 

Tu eres poesía, yo ciencia,
Yo un boli, tú una libreta,
Tú, la salida secreta
Del laberinto de Creta,
Yo ese minotauro insomne,
Que en vano persigue hilos.
Tú una pérfida sirena
En las entrañas del Nautilus.

Yo whiskey solo, tú vino,
Tú ese beso repentino,
Yo un abrazo en pleno invierno,
Tú, una sábana de lino.

Tú sandalias y yo botas,
Tú un pentagrama y yo, un notas,
Tú un ave que vuela libre,
Yo una cerradura rota.

Yo un polvo duro y a pelo,
Tú una caricia precisa,
Yo lo que digo, va a misa,
Tú eres una atea en el cielo,

Yo, un dromedario cansado,
Tú, una duna que se mueve,
Yo, tormenta de agua y nieve,
Tú, un verano soleado.

Yo, un gol de libre directo,
Tú, una volea acrobática,
Tú una excepción en gramática,
Yo, las erratas de un texto.

Yo soy un número primo,
Incógnita irresoluble,
Tú eres puro amor voluble,
El mundo interior de un mimo.

Tú y yo. Yo y tú.
Poemas. Miradas esquivas.
Bailando y siempre de paso.
Qué decirte. Es la vida.