Hay quien le echa la culpa a la
televisión. Otros a la falta de valores patente en el ámbito educativo, y hay
incluso quien elucubra con la posibilidad de que la alta prevalencia de
tabaquismo a finales de los ochenta y principios de los noventa pueda guardar
algún tipo de relación con ello, pero es una realidad y es innegable. Mis amigos y yo, o yo y mis amigos, poniendo
al burro primero, somos profundamente tontos.
Hacemos bromas infantiles y nos reímos
de las caídas. Nos damos collejas y salimos corriendo, y hacemos rimas obscenas
que debieron dejar de ser graciosas a los quince. Por Dios Santo, si hasta nos
hace gracia la palabra “follaje”. En
fin, que una de nuestras formas favoritas de dejar patente que una eventual
falta de éxito con las féminas sería totalmente justificable consiste en
plantear decisiones difíciles, la mayoría de ellas con un matiz truculento o
nauseabundo, cuando no deliberadamente escatológico, y desgañitarnos
carcajeando sobre las ocurrencias más absurdas. Ejemplo:
-“¿Qué preferirías, comerte a la momia de Lenin o tatuarte un culo en
la frente?”
Carcajadas.
Pues el caso, que estábamos un
día de cervezas y empezamos con la tonadilla de siempre cuando uno de nosotros, como
tocado por una musa diferente a la habitual, salió con un planteamiento un
punto más serio que de costumbre, y fue la única vez que nadie se rio, y
tampoco coincidimos en las votaciones. Os reproduzco, grossomodo, el dilema:
Te vas a una isla desierta, en la que dispones de recursos como para,
trabajándolos, alcanzar una esperanza de vida similar a la que tendrías aquí.
También se te garantiza que no vas a tener ninguna enfermedad que te acorte la
vida, salvo accidentes o conductas de la que tú seas enteramente responsable. Y
puedes llevarte a una sola persona a elegir entre un colega relativamente cercano,
bien de tu grupo de amigos o de tu grupo de la facultad o una chica completamente
aleatoria (si eres mujer, entiéndase amiga/persona aleatoria del sexo opuesto).
Es decir, por un lado te puede tocar desde tu mejor amigo hasta ese chaval que
siempre ha estado en tu grupo pero al que nunca has tragado del todo y por
otro, te puede tocar desde una ex novia hasta una loca que huela raro pasando
por la chica de tus sueños o bien una persona que te sea totalmente indiferente.
Así que ¿A quién te llevarías a una isla desierta?”
No nos pusimos de acuerdo, por
más que cada uno alegó sus razones. Ahora os invito a que respondáis, de manera
completamente anónima, a quién os llevaríais a una isla desierta. A ver qué
sale. Muchas gracias y abrazos.