viernes, 30 de mayo de 2014

La vida

El cincuenta por ciento de batería que le queda a mi ordenador, mi menisco roto que cruje a cada paso que doy, mis ojos cansados ante la pantalla blanca, blanca, blanca.

Mis zapatillas rotas y con manchas perennes de barro, mis libros que amarillean y tienen el lomo gastado, el remiendo de los vaqueros que vuelve a caerse.

Las sábanas de colores no tan vivos como antaño, que se deshilachan por las comisuras. La pared del pasillo, que necesita una mano de pintura. Un cojín roto que pierde algodón.

Mi corazón, amigos. Mi corazón, joven si le preguntas a un cardiólogo, a veces viejo, según a quién le preguntes. Y cansado, cansado, cansado.

Todo. Hoy todo me recuerda que los excesos pasan factura, que existir, con intensidad, con todas las letras, desgasta.


Pero es la vida, nunca pedí y nunca me ofrecieron otra cosa. Conque saco mi mejor sonrisa cansada y silbo suavecito mientras pienso “no hay excusas”. Y voy a leer un rato. Mañana será otro día. Quizá nos veamos ahí fuera.

sábado, 17 de mayo de 2014

Rugby y poesía, no necesariamente antónimos

"Hoy os vengo a hablar de lo que el tiempo trae consigo
En el idioma de la sangre, el sudor y los chasquidos.
Hoy vamos a llorar fuego, hoy la gloria perseguimos.
Pisamos sobre terreno que no volverá a estar vivo.

Nuestros hombros son acero, nuestra piel cuero curtido.
Jugamos y peleamos contra un rival que es amigo.
Corazones bombean fuerza, un combustible infinito,
Porque brota de horas juntos, de aledaños y suspiros.

Suenan choques, suenan voces, suenan clamores y gritos.
El aire es un bien preciado. Quince pulmones dolidos.
Cuando el músculo se cansa, el corazón es respiro,
Querer es poder, nos dicen. Queremos ganar, decimos.

Rabia, Unión, Grandeza, Bondad Y algún otro sustantivo.
Son algo más que vocablos. Son por lo que nos regimos.
El sabor de cada instante, la anatomía de un latido.

Eso es rugby. Versos violentos, tardes con amigos."